LA LEYENDA DE EL ALCÁZAR

El Álcazar es quizá uno de los monumentos con más atractivo de Segovia. Su excepcional ubicación, su aspecto y los diferentes usos a los que se ha dedicado hacen que sea protagonista de mil y una leyendas. La más cocnocida es la de el balcón central de la Sala de los Reyes, en el que se encuentra una cruz que rememora un suceso del que los siglos han cuajado dos versiones.
La mas legendaria cuenta que, estando el infante D. Pedro de Castilla, hijo de Enrique II el de las Mercedes, en el balcón en brazos de su aya, resbaló y cayó al vacío. El aya, atemorizada, se lanzó tras el niño. La versión histórica apunta que el infante - de 12 años - cayó mientras jugaba a la pelota con sus amigos.

Pero para entender el resto de leyendas que se cuentan de este lugar, es preciso detenernos y conocer un poco más de su historia:
El Alcázar de Segovia se alza en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores, en una estratégica situación en la que además se asienta en una elevación rocosa recortada a modo de proa. osiblemente la fortaleza fue habitada ya durante la época celta, pero no sería Alcázar o residencia real hasta el siglo XIII. El Alcázar de Segovia ha sido marco de numerosas e históricas celebraciones. Por ejemplo Alfonso X celebró las Cortes Generales, en 1256; en 1474 se celebró la proclamación de Isabel la Católica como reina de Castilla y en 1570 se celebra la boda de Felipe II con Ana de Austria.


Residencia real y lugar de celebraciones de los principales reyes y reinas de la Castilla Vieja, épocas de carteros reales, mensajes cifrados y conspiraciones en contra de la Corona. Este noble edificio conserva varias salas restauradas y acondicionadas para recrear el esplendor de otros tiempos, con artesonados, mobiliario, armaduras, tapices y pinturas donde se suceden diferentes estilos : románico, gótico, mudéjar y renacentista. Es normal que de cada una de las salas se cuente una pequeña anécdota, mitad verdad mitad leyenda... aunque nunca se sabe.
La verdadera época de esplendor del Alcázar llegó en el S XVIII, cuando Carlos III establece aquí el Real Colegio de Artillería, en 1764. Casi cien años después, en 1862, el Alcázar sufrió un gravísimo incendio. Casi la mitad de la fortaleza quedó destruida. Las obras de restauración se terminaron en 1890, en tiempos de Alfonso XII y en él se instaló el Archivo General Militar del Reino, que aún permanece.

Un profundo foso rodea el Alcázar, al que se accedía a través de un puente levadizo. Tiene numerosos sótanos y pasadizos que bajan hasta el río y comunican con algunos palacios de la ciudad . En sus mazmorras malvivieron celebres personajes reales (como Don Álvaro de Luna) e imaginarios (como Torcuato, El Delincuente Honrado de Jovellanos).

En la silueta del Alcázar sobresale la torrecita de Alfonso X " El Sabio", servía a este monarca de observatorio para estudiar los astros. A primera vista también se destaca la torre de Juan II, ( torre principal ) con 80m de altura, a la cual se accede a través de una empinada y estrecha escalera de caracol, y desde la cual se disfruta de una magnífica vista del pueblo de Zamarramala y sus alrededores.
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Otras páginas como Turismo de Cstilla y León también ofrecen una buena información sobre la ciudad.

Figuras de las artes han admirado la fortaleza y dicen que Walt Disney quedó muy asombrado por el aspecto del castillo, en el que se inspiró para la imagen de la compañía.. lo cierto es que hay noches de verano, cuando se observa el castillo iluminado desde los jardines de El Parral y desde el Paseo de la Alameda, que sí parece una imagen de cuento...